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24 horas de Televisión Pública

Por Sebastián Robles

24 horas de Televisión Pública

Por Sebastián Robles

Autoayuda, un show de hombres con implantes capilares, noticias y bombachas sucias en el canal del Estado. Drama, tragedia y comedia liviana. Escenas televisivas en un país desquiciado.

Miércoles a la medianoche

El programa Feliz vida, de la Televisión Pública, transmite una enseñanza de la que se desprenden muchas conclusiones: los problemas en la vida no deben ser ignorados, pero pueden ser neutralizados si se los reduce a formulaciones simples. La felicidad es posible siempre y cuando las preguntas sean inocuas. Quien las responde, sin dramatismo y con sonrisa bondadosa, es Bernardo Stamateas, acompañado por el conductor Hernán Lirio y el perro Ramoncito. 

El tema de hoy es el enojo.

—Estás manejando y un tipo baja con un palo —ilustra el doctor con amabilidad—. ¿Qué hacés?

—La gente está re sacada —se asombra Lirio.

Una tribuna formada por diez o doce personas formula preguntas que Stamateas responde con sospechosa pedagogía. 

—Yo exploto cuando los varones de mi casa no bajan la tabla del inodoro —confiesa una participante—. ¿Está bien o mal que los mande a otro baño?

El doctor identifica conceptos, explica actitudes y propone ejemplos fáciles de reconocer.  

—La convivencia es la búsqueda de acuerdos —define, oracular—. Hay que buscar algún tipo de solución. 

Arrullado por sus palabras, el perro Ramoncito se duerme antes del final del programa.

00:30 horas

Empieza un late night show patrocinado por una empresa de medicina capilar. Conduce Horacio Cabak desde el teatro Lola Membrives. La sala está repleta de personas que ríen y aplauden. Una banda con saxo y trompeta musicaliza con canciones sobre el pelo. Después de un monólogo sobre la inminencia de la calvicie en algunas personas, el conductor presenta al cantante Cae y al periodista Bebe Contepomi. Ambos hablan de rock y cuentan anécdotas sobre la caída del cabello. La conversación gira en torno a la cantidad de hombres que, igual que ellos, se sometieron a tratamientos capilares. 

—Antes era una vergüenza —opina Contepomi. 

—Ahora es lo más normal —afirma Cae.

Contepomi cuenta a la audiencia que él salió al aire en el noticiero más visto de Argentina el mismo día en que le fueron implantados en el cráneo pelos de la nuca, y nadie se dio cuenta. El programa induce a la perplejidad. ¿Alguien lo mira? ¿Qué pasaría si alguno de los invitados no hablara sobre el cabello? ¿Pasan una edición distinta cada vez, o es la misma todas las noches? Casi sobre el final, con énfasis de predicador evangelista, el periodista de rock asegura que el tratamiento de la marca patrocinante es el único en el mercado que no pela a las personas por completo. 

Entre las 2:30 y 6:30

La 9 de Julio nocturna, a la altura del Obelisco. Algunos autos y colectivos se desplazan sin apuro mientras suena música clásica de Radio Nacional. El tránsito por la avenida es cada vez menor, pero nunca se interrumpe por completo. Al pie de la pantalla, un zócalo informa las temperaturas de todo el país. Entre las cuatro y las cuatro y media la niebla es tan intensa que sólo se vislumbran los faros de unos pocos autos. ¿Por qué estoy viendo esto? El amanecer, que se produce a las 5:15, es el momento más inexplicable de la transmisión.

7 de la mañana

Luego de un breve programa sobre actualidad agropecuaria producido en Trenque Lauquen, comienza el noticiero con la conducción de Silvia Fernández y Alejandro Puertas. La escenografía es austera y probablemente no haya cambiado mucho en los últimos veinte o treinta años. El ambiente es engañosamente cálido, relajado. Se habla del clima, deportes y espectáculos musicales. Un columnista informa sobre accidentes de tránsito y el estado de los servicios y los accesos a la ciudad de Buenos Aires. Más adelante, los conductores leen las tapas de los diarios. El tono se vuelve espeso a medida que avanza el noticiero, pero sigue siendo neutro. Hay noticias policiales, internacionales y cobertura con un móvil frente a los tribunales de Comodoro Py, donde dentro de cuatro o cinco horas el juez Julián Ercolini tomará declaración al expresidente Alberto Fernández. De pie frente al imponente edificio, una esforzada Laura Mayocchi informa que todavía no llegó nadie.

11:30 horas

Al término de un programa con rutinas de ejercicios físicos y otro con consejos para la prevención del cáncer de mamas, empieza una nueva edición del noticiero, con el mismo equipo de periodistas en la mesa. Mayocchi informa que Alberto Fernández está declarando en Comodoro Py. Abajo a la derecha, una mujer traduce al lenguaje de señas.

Zócalo: El expresidente está acusado por la contratación ilegal de seguros.

A causa de la lluvia, el tránsito sigue complicado y se produjo un choque en Camino de Cintura.

A las 4 de la tarde

Luego de la transmisión de festivales viejos de música folklórica en distintas ciudades del interior del país, Denise Dumas abre Nuevas Tardes con un compilado de videos sobre la reciente discusión entre Yanina Latorre y Nancy Pazos. No queda claro por qué se odian, pero lo hacen con fervor. Mercedes Ninci opina que Pazos siente envidia porque Yanina Latorre midió más que Pampita en el programa de Susana Giménez. Pasan un informe donde Latorre asegura que la periodista deja bombachas sucias en los camarines. Esto dispara una discusión que se prolonga más de lo necesario. 

—Nancy no usa bombacha —dice alguien.

El programa finaliza con un playback de la cantante Taky Natali, exnovia de Ricky Maravilla.

6 de la tarde

La conversación con Cacho Rubio vuela alto:

—¿Cómo pasaste de ser un poeta al periodismo de espectáculos? —pregunta el conductor del programa, Ronnie Arias.

—En mi vida todo es casualidad —responde Rubio, risueño, con aire nostálgico—. Fundé el movimiento poético platense, hacíamos poemas ilustrados y viajamos por toda América Latina.

Durante su adolescencia, cuenta, fue amigo de Facundo Cabral, que era de Berisso. Un día empapelaron la ciudad de La Plata con poemas.

—La gente, cuando se levantaba, en vez de ver los afiches de políticos, leía poesía.

A pesar de sus formas, el entrevistado no narra ningún hecho ilícito. Para Rubio, la poesía y el periodismo de espectáculos son transgresiones similares. El tránsito de una al otro es tan natural que no requiere explicación, como el amanecer de unas horas antes.

—Mis padrinos fueron Pepe Parada y Gerardo Sofovich —el veterano periodista ríe con complicidad—. “Vos sos platense, entonces sabés agarrar las diagonales. Eso nos gusta a nosotros”, me dijeron. “Nosotros somos tus padrinos, entonces tenés que cuidarnos”. 

Ronnie Arias lo festeja con entusiasmo, mientras su carrot cake languidece en el plato.

8 de la noche

El noticiero central empieza con un extenso informe sobre la declaración de Alberto Fernández en Comodoro Py. Felizmente el equipo de periodistas es otro, pero las noticias son las mismas: deportes, espectáculos, un nuevo detenido en el caso de María Cash, y un temerario informe sobre el impacto del aumento del agua en las próximas facturas. Con respecto al clima, después de la intensa tormenta se esperan días más cálidos y soleados. 

10 de la noche

En la telenovela mexicana La desalmada, los personajes sufren y se aman con la misma intensidad. A lo largo de sucesivas escenas, los besos apasionados se interrumpen porque alguno de los involucrados maldice de repente, recuerda algo o abandona el decorado sin explicaciones. Circula la certeza del embarazo de una de las protagonistas, aunque no está claro quién es el padre. Los hombres aparecen con el torso desnudo, y los escotes de las mujeres son amplios. 

11:59 horas

Suena el Himno Nacional Argentino. A su término una placa de Feliz día, el programa donde los conflictos tienen soluciones simples, anuncia otro viaje al fin de la noche. 

SR/DTC

Fuente: elDiarioAR

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