El gobierno provincial promueve una "ley Luciano"
El proyecto, inspirado en Nocelli, el policía que mató a dos ladrones y cuya condena se anuló, apunta a fiscales y jueces.
Tras el fallo de la Corte Suprema provincial que anuló la condena a 25 años de prisión a un policía que mató a dos ladrones –a uno herido en el suelo y a una mujer desarmada por la espalda-, el gobernador Maximiliano Pullaro anunció ayer que enviará a la Legislatura un proyecto de ley que llevará el nombre del agente, Luciano Nocelli, “para que todo funcionario judicial tenga formación para evaluar el proceso de estrés que vive un policía en un momento determinado”. Como una Ley Micaela al revés, para justificar la violencia institucional en vez de prevenirla. Si bien la resolución del máximo tribunal ordenó dictar una nueva sentencia en la causa del agente, la presión política sobre el caso apunta a construir con la imagen de Nocelli una figura homologable a la que el macrismo y ahora Javier Milei hicieron del ex policía bonaerense Luis Chocobar.
Durante un acto oficial en Rosario, el gobernador anunció ayer que enviará a la Legislatura una “ley Luciano”, con el nombre de pila del policía que en 2022 fue condenado a 25 años de prisión por un doble homicidio ocurrido en mayo de 2019, al matar a dos personas que participaban de un robo en bulevar 27 de Febrero y Buenos Aires. La condena de primera instancia fue revisada por un tribunal de alzada, que la confirmó, hasta que esta semana la Corte Suprema resolvió anular esa sentencia y ordenar el dictado de una nueva.
El caso había sido adoptado por Pullaro, antes de ser gobernador, como un ejemplo de las limitaciones jurídicas a las ilimitaciones de algunas conductas del personal policial que la Justicia suele considerar abusivas. Incluso, había trascendido la posibilidad de que el mandatario firmara un indulto en favor de Nocelli, pero esa vía jurídica cerraba la reincorporación a la fuerza de seguridad.
El mandatario provincial dijo ayer que enviará “el proyecto de ley 'Luciano' para que todo funcionario judicial tenga formación para evaluar el proceso de estrés que vive un policía en un momento determinado”. Y agregó que “a Nocelli le dispararon y presenció cómo le pegaban a una mujer”, en relación a la víctima del asalto. En rigor, a quien le disparó Maximiliano Rosasco -uno de los delincuentes asesinados- fue al compañero de Nocelli, Hugo Leone.
El gobernador agregó que para los jueces “a veces es fácil desde una oficina con aire acondicionado, con una computadora enfrente, evaluar cómo actuar cuando te disparan”.
“Sin embargo, cuando una persona es víctima de un estrés tan importante, como que te disparen dos delincuentes, y tenés que resolver esa situación en tres segundos, es muy difícil", evaluó.
Entonces, Pullaro anunció que van "a pedir a la Legislatura que trate una ley para que termine siendo obligatoria la formación de todos los funcionarios judiciales cuando evalúen la conducta de un funcionario policial”.
Vivencia adrenalínica
El ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni, quien se puso al frente del lobby político en procura de la absolución de Nocelli -cuya conducta será revisada ahora por otro tribunal-, explicó ayer “lo importante que es para una persona que tiene que juzgar si condena o absuelve” vivenciar “lo que ocurre en una situación operacional donde hay mucha adrenalina”.
En declaraciones a radio Fisherton CNN, el ministro dijo que la que vivió el policía Nocelli fue “una secuencia de hechos que ocurre en muy pocos segundos, y que normalmente las personas no tienen las chances de experimentar”, por lo cual le brindarán esa posibilidad a jueces y fiscales penales, si la Legislatura aprueba la norma que propondrá el Poder Ejecutivo.
“Si se hiciera una encuesta sobre a cuántos jueces les han disparado, no es algo muy frecuente. Hay cosas que se adquieren por estudio y otras por vivencia, o por un acercamiento más empírico”, detalló Cococcioni.
Si bien no brindó detalles sobre los aspectos que integrarán la capacitación destinada a jueces y fiscales para que puedan fallar desde una perspectiva “experimental”, además de ajustada a derecho, el titular de la cartera de Justicia y Seguridad adelantó “es muy complejo aproximarse a lo que vive, y realmente dimensionar las condiciones en la que un policía puede tomar una decisión sobre el uso del arma en una situación de enfrentamiento donde a él le están disparando o a su compañero, solamente leyendo o escuchando un relato, y sin haber estado en una situación de verdad”.
Al advertir lo que había dicho, Cococcioni le aclaró al periodista Marcelo Fernández que “no estoy diciendo que hay que dispararle” a un magistrado, para que mejore su desempeño judicial en ese tipo de casos. “Hay que hacer un esfuerzo de aproximarse a la vivencia de lo que uno tiene que juzgar, o acusar, en el caso de los fiscales”, señaló.
En relación a la propuesta legislativa, denominada “ley Luciano”, Cococcioni dijo que desde el Gobierno van a trabajar "en una propuesta para definir un lineamiento de capacitación mínima y obligatoria sobre táctica operacional, procedimiento policial, perspectiva del policía en una situación de enfrentamiento”.
Y agregó que “a partir de determinado momento será exigible a todos los magistrados y fiscales penales de la provincia de Santa Fe”.
¿Un Chocobar santafesino?
Las características de los hechos, el uso político de los casos y su valor simbólico como “mensaje a la fuerza” permiten trazar analogías entre el caso Nocetti y el del policía bonaerense Luis Chocobar.
El empleado policial bonaerense fue condenado por matar por la espalda a Juan Pablo Kukoc, un asaltante de 18 años que en 2017 apuñaló a un turista estadounidense en el barrio porteño de La Boca.
Por ese hecho, un Tribunal de Menores consideró al policía en 2021 como autor del delito de homicidio agravado en exceso del cumplimiento del deber, y lo condenó solo a dos años de prisión y cinco de inhabilitación para el ejercicio cargos público.
Antes, la entonces también ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, pero durante el gobierno de Mauricio Macri, había convertido a Chocobar en modelo del tipo de policía que deseaba, también conocido popularmente como de “gatillo fácil”. A modo de respaldo, lo llevó a una reunión con el propio Macri en la Casa Rosada.En mayo de este año, ya con Javier Milei en el Gobierno, la Cámara de Casación porteña -en una resolución similar a la de la Corte santafesina- anuló el juicio en el que había sido condenado y ordenó uno nuevo.
Es decir, los mismos pasos que el gobierno provincial procuró -y obtuvo- con el caso del policía Nocetti, cuya situación judicial aún no quedó resuelta. “Vamos a trabajar en el nuevo juzgamiento que tiene que tener Nocelli para que se resuelva definitivamente su situación frente a la ley”, dijo Cococcioni.
Fuente: Rosario12