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El rebote bobo

Por David Cufré / Industria, comercio, construcción y turismo, que concentran el empleo, quedan afuera de la fiesta de los mercados y el boom energético

El rebote bobo

Por David Cufré / Industria, comercio, construcción y turismo, que concentran el empleo, quedan afuera de la fiesta de los mercados y el boom energético

La recuperación en V que pronosticaba el Gobierno se está dando en beneficio de sectores concentrados con rentas extraordinarias. Para las actividades que generan más puestos de trabajo, la crisis no se disipa y el panorama es oscuro. 

Un puñado de actividades económicas disfruta de la recuperación en V que había prometido Javier Milei. El agro, las empresas privatizadas de luz, gas y peajes, el rubro inmobiliario, las telecomunicaciones y especialmente la especulación financiera, a quienes se suman otros sectores que venían en franca expansión hace años, como las petroleras, las mineras y la economía del conocimiento, promovidas desde el Estado. Ese es el corazón del rebote económico que el Gobierno celebra como una proeza, con el apoyo entusiasta del FMI y el poder financiero internacional.

Sin embargo, las actividades que involucran mayor cantidad de personas, entre empresarios y sobre todo trabajadores, siguen de capa caída y con un futuro preocupante.

La industria y la construcción sufren retrocesos históricos, que golpean al comercio mayorista y minorista y al turismo interno. Casi cinco de cada diez trabajadores formales se desempeñan en alguna de esas tareas. Entre ellos se consolida el círculo vicioso de menor consumo, menor producción y salarios atrasados, lo cual explica por qué las grandes mayorías se quedan afuera de las celebraciones oficiales por el supuesto "fin de la recesión".

Esa crisis derrama sobre la economía popular, también castigada por el declive de la demanda y los ingresos comprimidos. 

Los datos del Indec de este viernes confirman ese estado de situación, a la vez que desmienten al Presidente en su afirmación de que la caída terminó. En septiembre la economía en su conjunto se contrajo 3,3 por ciento contra igual mes del año pasado y 0,3 por ciento en relación a agosto.

A la cabeza

El modelo Milei de exportación de materias primas, desregulación económica en beneficio de los más poderosos -como las privatizadas, las empresas de telecomunicaciones, las prepagas o las grandes alimenticias- y timba financiera tiene extasiado al establishment local e internacional. Y los números le responden.

"El caso más marcado es el del agro, cuyas tasas de crecimiento interanual fueron del 33,8 por ciento entre diciembre de 2023 y agosto de 2024, variación que se explica fundamentalmente por la baja base de comparación en 2023, seriamente afectada por una sequía histórica", precisa el último informe de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE). 

"La minería, por su parte, también exhibe un buen desempeño, experimentando una tasa de crecimiento promedio del 7,2 por ciento interanual en dicho período", agrega.

Las petroleras están en su mejor momento con el auge de Vaca Muerta y las obras de infraestructura motorizadas por el Estado para respaldar ese crecimiento, las cuales se iniciaron en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y tuvieron un renovado impulso en la gestión de Alberto Fernández.

En el plano financiero, la suba en las cotizaciones de los bonos, la consecuente baja del riesgo país a la zona de 700 puntos, el achicamiento de la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los financieros y la reactivación del crédito a empresas y familias se conjugan para dar cuerpo al triunfalismo que se respira en los mercados.

"En el otro extremo, las actividades vinculadas con el mercado interno no encuentran piso firme a partir del cual volver a crecer", contrasta FIDE.

A la cola

"Dentro de este universo, sectores como la construcción, el comercio y la industria vienen exhibiendo retrocesos interanuales muy notables", apunta.

"La construcción, por ejemplo, sufrió caídas promedio del 18,3 por ciento interanual entre diciembre de 2023 y agosto de 2024, especialmente afectada por la reducción de la obra pública que, en términos reales, se redujo un 79 por ciento en el acumulado de los primeros nueve meses del año", indica.

La cantidad de empleadores en actividad, 18.472, representa el nivel más bajo para un mes de agosto desde 2006, con excepción del 2020 afectado por la pandemia, señaló esta semana el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC). 

En cuanto al empleo en el sector, "si bien pareciera haberse encontrado un piso en el volumen de ocupación, lo cierto es que se da en niveles históricamente bajos, después de la pérdida de casi 100 mil puestos, ubicándose un 13,6 por ciento por debajo de la media correspondiente a los meses de agosto del período 2010-2019”, agrega.

Finalmente, sostiene que “la comparación respecto de agosto de 2023 marca una contracción del nivel de empleo del 21,6 por ciento, mientras que, en los primeros ocho meses de 2024, acumula una baja del 19,5 por ciento interanual”.

Comercio, turismo e industria

"El comercio, por su parte, registró caídas promedio del 10,7 por ciento interanual entre diciembre de 2023 y agosto de 2024, muy condicionado por la caída en la capacidad de compra de los hogares que, aun en el contexto de una desaceleración en la inflación promedio, arrastra pérdidas difíciles de recuperar", explica el documento.

Entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024 -último dato oficial disponible- los salarios reales de trabajadores registrados cayeron 1,5 por ciento, mientras que los salarios de trabajadores del sector público acarrean una pérdida real del 16,1 por ciento. Respecto a los trabajadores informales, los últimos datos disponibles corresponden a abril pasado, cuando habían perdido 17,2 por ciento frente a noviembre.

"La fuerte reducción de los ingresos disponibles de la población, donde los servicios públicos pasan a tener un peso creciente en las canastas de consumo, condujo a un desplome del consumo privado", completa FIDE.

Eso también se refleja en el turismo. Según el Indec, en septiembre la ocupación hotelera retrocedió 19,2 por ciento en comparación con el mismo mes del año anterior. La disminución se reflejó tanto en las pernoctaciones de viajeros residentes, que bajaron 20 por ciento, como en las de no residentes, que cayeron 15,8.

Entre agosto del año pasado y septiembre último, la industria registró una baja promedio del 12,9 por ciento. Si bien desde julio se observan variaciones mensuales positivas en la serie desestacionalizada de producción industrial y en la utilización de la capacidad instalada, las mejoras son marginales, ya que en septiembre de 2024 la variación interanual reflejó una caída del 6,1 por ciento y el uso de la maquinaria apenas alcanzó el 62,4 por ciento (frente al 67,9 de igual mes del año anterior).

Sin consumo, ni inversión, con la producción por el piso, con más desocupados y peores salarios, Milei cree que la recesión terminó.

Fuente: Página 12

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